EL MAESTRO SUFÍ y las historias


Como todos los días el Maestro sufí contaba una parábola al finalizar cada clase; pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma ...

-"Maestro, tú siempre nos cuentas historias pero nunca nos revelas su significado" ... Lo encaró un discípulo, una tarde de aquellas.

-"Pido perdón por eso", se disculpó el maestro.
"Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno".

-"Gracias maestro", respondió halagado el discípulo.

-"Quisiera, para agasajarte, yo mismo pelar tu durazno". "¿Me permites?".

-"Sí. Muchas gracias", dijo el discípulo.

-"¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?".

-"Me encantaría ... Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro".

-"No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte".

"Permíteme que te lo mastique antes de dártelo".

-"No maestro". "¡No me gustaría que hicieras eso!". Se quejó sorprendido el discípulo.

El maestro hizo una pausa y dijo:

-"Si yo les explicara el sentido de cada historia ... Sería como darles de comer una fruta masticada".

Comentarios

  1. REALMENTE ESTUPENDA ESTA REFLEXIÓN....EL MAESTRO QUERÍA DEJAR A LA IMAGINACIÓN DE CADA CUAL PARA QUE INTERPRETE A SU MANERA CADA UNA DE SUS PARÁBOLAS

    ResponderEliminar
  2. Hola,que bonito cuento, sus palabras invitan a la reflexión.

    Hasta pronto!

    http://besana1.blogspot.com/

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares