-"Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo".
-"Permiso denegado, soldado. No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente esté muerto".
El muchacho no encontraba consuelo y sentía una necesidad poderosa de buscar a su compañero y siguiendo un impulso superior se escapó sin autorización.
Al poco tiempo regresó mortalmente herido, arrastrando con gran esfuerzo el cuerpo de su querido amigo.
El oficial lo recibió furioso:
-"¡Ya le dije yo, que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres!.
-"¡Ya le dije yo, que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres!.
Dígame, ¿Merecía la pena salir allá para traer un cadáver?".
-"¡Claro que merecía la pena, señor!
-"¡Claro que merecía la pena, señor!
Cuando llegué, él todavía estaba con vida, maltrecho y agonizante. Cuando me vió, su rostro se iluminó, y alcanzó a decirme en voz baja:
-"Mario ... estaba seguro que vendrías a buscarme ... y luego murió".
-"Mario ... estaba seguro que vendrías a buscarme ... y luego murió".
Un relato de reflexión entre una amistad verdadera, muy bello, triste y emotivo.
ResponderEliminarTe mando beso con toda mi dulzura para ti.
PRECIOSO RELATO........EL QUE TIENE UN AMIGO TIENE UN TESORO.SALUDOS
ResponderEliminarsi alguna vez piensas ke el mundo para ti no vale nada
ResponderEliminarmira a tu alrededor y veras ke tu eres muy impoirtante para el mundo