DARDOS

Fue un día muy particular cuando Sally llegó a sus clases; ella se mostraba muy contenta porque sabía que iba a ser un día cargado de diversiones ... En la pared estaba un blanco muy grande, y en una mesa próxima se encontraban muchos dardos.

El Dr. Smith había dicho a los estudiantes que dibujaran una foto de la persona que no les gustara o de alguien que simplemente los haya puesto furiosos; pues el día de hoy dejaría a todos lanzar los dardos a esa imagen para descargar su ira.

La amiga de Sally dibujó una foto de la muchacha que le había robado a su novio. Otra amiga dibujó la foto de su hermanito a quien odiaba por sus travesuras ... Sally solo dibujó la foto de un amigo anterior, poniendo muchos detalles en él, hasta le dibujó las espinillas de la cara. Estuvo satisfecha con el dibujo tan perfecto que había alcanzado y se alineó en la fila para tirar los dardos.

Algunos de los estudiantes lanzaron sus dardos con tal fuerza que sus blancos fueron rasgados. Sally miraba adelante esperando ansiosa su turno, y entonces su rostro se llenó de decepción cuando el Dr. Smith, debido a límites de tiempo, pidió que los estudiantes volvieran a sus asientos.

Sally se enojó mucho porque no tuvo ni una sola ocasión de lanzar un dardo a su blanco ...

De pronto el Dr. Smith comenzó a quitar los blancos de la pared y por debajo de todos ellos se encontraba la foto de Jesús ... 

Un silencio cayó sobre el cuarto mientras que cada estudiante vio desmantelada la foto

Los agujeros de los dardos y las marcas dentadas cubrieron su cara y sus ojos habían sido perforados.

Al ver las reacciones de sus alumnos, el Dr. Smith concluyó con estas palabras :

-"Si a uno de tus semejantes le haces daño, el daño me lo estás haciendo a mí".

No había necesidad de más palabras; las lágrimas llenaron los ojos de los estudiantes, centrados solamente en el cuadro de Jesús.

Comentarios

  1. Un buen ejemplo el que dió el profesor a sus alumnos, a veces herimos a Jesús porque no nos paramos a pensar que esa persona a la que va dirigida nuestra ofensa es el propio Cristo.Saludos nena

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  2. Qué hermoso relato, a veces lastimamos a los demás por muchas razones, y nos olvidamos que no está bien dañar a nuestros semejantes, y mucho menos al pensar en que al hacerlo, lo dañamos también a Él.

    Gracias por compartirlo, besos.

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  3. hola rosas,que gran leccion les dio el maestro a sus alumnos,porque es una gran verdad.

    te felicito por el nuevo loock del blog amiga,te quedo precioso,besitos y pasa una hermosa semana!!!!!

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  4. Hermoso :)Es verdad eso .
    Leo tu blog hace tiempo, te pasas por mi novela?
    http://eldiariodeyolandacatenaccio.blogspot.com/ nos recomendamos si quieres :D

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