Durante muchos años fui un neurótico, lleno de defectos. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta ... Todo el mundo me decía que tenía que cambiar y no dejaban de recordarme lo fastidioso que era. Yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos ... Deseaba cambiar; pero no podía conseguirlo por mucho que lo intentara. Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo mal que estaba y también insistía en la necesidad de que cambiara. También estaba de acuerdo con él y no podía sentirme ofendido por sus palabras. De manera que me sentía muy impotente, como si estuviera atrapado en un callejón sin salida. Pero un día, después de una larga conversación, mi amigo me dijo: -"No cambies. Sigue siendo tal y como eres. En realidad no importa mucho que lo hagas o no. Yo te quiero y te acepto así con todo tus defectos. No puedo dejar de quererte". ... Aquellas palabras sonaron como música en mis oídos: "No cambies ... No cambies ... No cambies ...
textos para meditar y reflexionar