Después de un largo día en el trabajo; mi mamá puso un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a papá. Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba ... Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela. No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al pan tostado y comérselo todo. Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados. Nunca voy a olvidar lo que dijo: "Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados." Más tarde esa noche fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados. Él me abrazó y me dijo estas reflexiones: -"Tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada. Y además, un pan tostado un poco quemado no le hace daño a na
textos para meditar y reflexionar