He aquí la fábula más hermosa sobre una niña huérfana que no tenía familia o persona que la quisiera.
Cierto día mientras caminaba por el río sintiéndose más triste y solitaria que de costumbre, observó una pequeña mariposa atrapada cruelmente en una espina.
Cuando más luchaba por liberarse, más laceraba su frágil torso. Con delicadeza la huerfanita liberó la mariposa de su cautiverio y ésta al verse libre, en vez de emprender el vuelo se convirtió en una bella hada.
La jovencita no podía creer lo que veían sus ojos.
El Hada bondadosa le dijo a la niña:
Cierto día mientras caminaba por el río sintiéndose más triste y solitaria que de costumbre, observó una pequeña mariposa atrapada cruelmente en una espina.
Cuando más luchaba por liberarse, más laceraba su frágil torso. Con delicadeza la huerfanita liberó la mariposa de su cautiverio y ésta al verse libre, en vez de emprender el vuelo se convirtió en una bella hada.
La jovencita no podía creer lo que veían sus ojos.
El Hada bondadosa le dijo a la niña:
-"Para agradecer tu maravilloso gesto te concederé cualquier deseo".
La pequeña pensó un momento y le contestó:
La pequeña pensó un momento y le contestó:
-"¡Deseo ser feliz!".
-"De acuerdo", dijo el hada inclinándose para hablarle al oído, y acto desapareció.
A medida que la pequeña fue creciendo, en toda la comarca no se encontraba una persona más feliz que ella.
Todos deseaban conocer su secreto.
-"De acuerdo", dijo el hada inclinándose para hablarle al oído, y acto desapareció.
A medida que la pequeña fue creciendo, en toda la comarca no se encontraba una persona más feliz que ella.
Todos deseaban conocer su secreto.
Ella se limitaba a sonreír mientras decía:
-“Yo sólo escuché las palabras de un hada cuando era pequeña”.
Cuando ya era anciana y estaba en su lecho de muerte, todos los vecinos se arremolinaron a su alrededor, deseosos de hacerse de su fórmula maravillosa de la felicidad antes de que muriera.
-“Yo sólo escuché las palabras de un hada cuando era pequeña”.
Cuando ya era anciana y estaba en su lecho de muerte, todos los vecinos se arremolinaron a su alrededor, deseosos de hacerse de su fórmula maravillosa de la felicidad antes de que muriera.
-"Por favor cuéntanos", le rogaron.
"Cuéntanos lo que te dijo el hada".
La bella anciana sonrió y contestó:
La bella anciana sonrió y contestó:
-"Me dijo que cada persona, por más segura de sí misma que pareciera, o por más joven o vieja; rica o pobre que fuera, necesitaba de mi".
Tomado de Speaker’s Sourcebook
si todos recordasemos mi querido amiga aquel secreto que las ahdas no dijeron al oido cuando eramos pequeños hoy viviriamos mas felices,como esta niña que le sonrie a la vida mas alla de sus reveces.
ResponderEliminarte dejo besitos y abrazos!!!!!
Hola,creo que la felicidad se consigue con nuestras propias aptitudes y la positividad que demos a nuestras vidas, pero lo que es cierto es que todos necesitamos de todos.
ResponderEliminarBonina fábula!
Un abrazo.
¡Qué bonito! Sin duda, no es cosa de deseos, si no de actitudes. No esperes ser feliz si no comienzas a actuar, ¿Por qué no empezar por frágiles mariposas que necesitar de tu ayuda quizás?
ResponderEliminarQue estés bien.
¡Besitos!
esta amiga sin esperar ser molestia se queda en tu morada donde habitan la sensibilidad y la belleza, un besin
ResponderEliminarQUE CADA PERSONA SEA MÁS O MENOS FELIZ DEPENDE EXCLUSIVAMENTE DE ELLA MISMA YA QUE LA FELICIDAD RESIDE EN EL CORAZÓN DE CADA CUAL Y EL QUE NO LA HA ENCONTRADO ES PORQUE LA HA BUSCADO FUERA DE SÍ MISMO.ABRAZOTES
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