Era una noche oscura y tormentosa, la víspera de Halloween. Las sombras parecían jugar en las paredes y el viento ululaba entre las ramas de los árboles; pero en un pequeño rincón de la ciudad, un gatito negro llamado Tom tenía grandes planes.
“¡Esta noche será la noche!” exclamó Tom.
Al mirar su reflejo en el espejo, se veía a sí mismo con unos enormes y resplandecientes ojos, un pelaje negro brillante y afiladas garras que se escondían en sus patitas ... “¡Voy a ser el gato más aterrador de todo el vecindario!”
Había escuchado tantas historias de sus antepasados: Gatos negros que traían mala suerte y eran mensajeros de brujas ... Tom quería ser especial, recuperar su legado y hacer que todos temieran su presencia, aunque solo fuera por una noche.
Comenzó con su vecino, el viejo bulldog Rufus. Tom se acercó sigilosamente, arqueó su espalda, hinchó su pelaje y lanzó un sonoro “¡Miaaauuu!”, esperando asustar al viejo perro. Sin embargo, Rufus simplemente lo miró, ladeó la cabeza y dijo:
—"¡Oh, Tom! ¡Qué lindo te ves intentando ser aterrador!"
Desilusionado, pero aún con esperanza, Tom intentó asustar a la familia de ratones que vivía en la casa de al lado. Se deslizó hacia ellos con su mejor mirada felina, solo para que los ratoncitos se rieran y dijeran:
—"¡Tom! ¡Eres demasiado adorable para darnos miedo!"
Determinado, Tom subió a un árbol y esperó a que los niños salieran a pedir dulces. Cuando vio a un grupo acercarse, saltó del árbol, esperando causar terror en sus corazones. Sin embargo, los niños simplemente gritaron de alegría y dijeron:
—"¡Mira! ¡Un gatito de Halloween! ¡Qué lindo!"
Desconsolado, Tom se sentó en un rincón, sintiéndose un fracaso. Pero entonces, una anciana con un sombrero puntiagudo y una escoba se acercó.
—"Oh, pequeño Tom", dijo sonriendo, "Sabes que no necesitas ser aterrador para ser especial. Eres un gatito maravilloso tal como eres".
Tom levantó la cabeza, sorprendido.
—"¿Quién eres?" preguntó.
—"Soy Agatha, la bruja del barrio y para mí, eres el gatito perfecto", respondió. "¿Te gustaría volar en mi escoba esta noche?"
Con ojos brillantes, Tom aceptó la oferta. Esa noche, aunque no logró asustar a nadie, Tom voló por el cielo nocturno, disfrutando de la magia de Halloween desde las alturas, y se dio cuenta de que no necesitaba ser temido para ser especial. Después de todo, la verdadera magia estaba en ser uno mismo ...
Comentarios
Publicar un comentario