LA MARIPOSA BLANCA

Había una vez en Japón un anciano cuyo nombre era el de Takahama, quien vivía desde su juventud en una pequeña casa que él mismo había construído junto a un cementerio, en lo alto de una colina.

Era un hombre amado y respetado por su generosidad y amabilidad; pero los lugareños a menudo se preguntaban por qué vivía en soledad al lado de un cementerio y por qué nunca se había casado.

Un día el anciano enfermó de gravedad, estando cercana ya su muerte; su cuñada y sobrino fueron a cuidarlo en sus últimos momentos y le aseguraron que estarían junto a él todo lo que necesitara. Especialmente su sobrino, quien no se separaba del anciano.

Un día, en que la ventana de la habitación estaba abierta, se coló una pequeña mariposa blanca en el interior.

El joven intentó espantarla en varias ocasiones; pero la mariposa siempre volvía al interior, y finalmente, cansado, la dejó revolotear al lado del anciano.

Tras un largo rato, la mariposa abandonó la habitación y el joven, curioso por su comportamiento y maravillado por su belleza, la siguió.

El pequeño ser voló hasta el cementerio que existía al lado de la casa y se dirigió a una tumba, alrededor de la cual revolotearía hasta desaparecer.

Aunque la tumba era muy antigua, estaba limpia y bien cuidada, rodeada de flores blancas frescas.

Tras la desaparición de la mariposa, el joven sobrino volvió a la casa con su tío, para descubrir que éste había muerto.

El joven corrió a contarle a su madre lo sucedido, incluyendo el extraño comportamiento de la mariposa.

Su madre, lejos de asombrarse, sonrió y le contó al joven el motivo por el que el anciano.
Takahana había pasado su vida allí

-"Ya puedo develar el secreto de Takahama, supongo ..." .

"Cuando era joven, tu tío se enamoró de una chica llamada Akiko. Decidieron casarse, pero días antes de la boda, ella murió y tu tío cayó en una profunda tristeza. Cuando se recuperó, decidió que jamás se casaría, y construyó esta casa junto al cementerio para visitar y cuidar cada día la tumba de su amada".

El joven se quedó pensativo. Ahora entendía quién le había visitado en forma de mariposa. Al fin su tío se había reencontrado con ella. 

(leyenda japonesa)

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