Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena y hundido en sus pensamientos repetía para si mismo:
En ese momento tropezó con una bolsita llena de piedras a las que no dio mayor importancia y empezó a arrojarlas, una por una al mar cada vez que repetía:
"Si tuviera una casa grande, sería feliz"
"Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz"
"Si tuviera muchas joyas, sería feliz"
"Si tuviera una hacienda con mucho ganado, sería feliz"
En ese momento tropezó con una bolsita llena de piedras a las que no dio mayor importancia y empezó a arrojarlas, una por una al mar cada vez que repetía:
-"Sería feliz si tuviera … "
Así lo hizo hasta que quedó solo una piedrita en la bolsa, la cual decidió guardar, sólo por un ligero pálpito en el corazón.
Así lo hizo hasta que quedó solo una piedrita en la bolsa, la cual decidió guardar, sólo por un ligero pálpito en el corazón.
Al llegar a su casa, muy sorprendido y afectado se dio cuenta de que aquella piedrita que había guardado, era nada y nada menos que un diamante muy valioso... Todas las cosas que podía haber conseguido si no las hubiese tirado al mar.
Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable. Depende de ti aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca más poder recuperarlo...
ResponderEliminarHola Rosas, qué historia tan linda!!! y tienes razón en tu comentario, los días si que son diamantes irrecuperables, así son de valiosos que no nos damos cuenta y creemos que el después es lo importante y nos olvidamos que cada instante y que cada cosa por más pequeña que sea nos da qué pensar para vivir plenamente la vida. Hermosa historia!! Gracias!!!!
ResponderEliminarBonito relato para reflexionar seriamente lo que hacemos y como aprovechamos el día a día de nuestra vida.
ResponderEliminarA mi me hizo pensar en este momento,y en el pasado .Ningun momento es totalmente perfecto,pero las personas que amamos son las que hacen que la vida ,este llena de tesoros irremplazables .
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