Él estaba con sus amigos cuando se quitó el casco delante de aquel pub ... Lo vi ... Y ... ¡Dios! ¡Lo que sentí! ...
Sus ojos eran tan azules como el cielo y transparentes como el mar, su tez trigueña y hermosa, su pelo negro más oscuro que la noche ... Supe entonces que no podía dejar de amarlo y me iba a costar olvidarme de él.
Él se volvió cuando uno de sus amigos gritó su nombre ... ¡Bendito nombre! ... Benditas letras que lo componían, lo que significaba.
Sabía que por la noche mi última palabra sería para él.
En muy pocos días mis libros y cuadernos se llenaron con su nombre, y mi corazón de sueños y fantasías.
En muy pocos días mis libros y cuadernos se llenaron con su nombre, y mi corazón de sueños y fantasías.
Cada tarde que salía de clase, iba al parque donde sabía que él estaría y lo observaba desde una esquina. Temerosa de que me viera vestida de colegiala y pensara en mí como una niña. La niña que soy; pero con el corazón capaz de dar todo el amor del mundo.
Cuando se reía ¡Dios lo que sentía! ... Creía morirme, echaba ligeramente la cabeza hacia atrás, adquiriendo el gesto revoltoso de un niño.
Un día sentada en el parque, él estaba sentado frente a sus amigos. Dio unas últimas palabras, arrancó la moto y se marchó.
Yo lo seguí con la mirada cuando de pronto apareció un auto de color rojo vivo ... Venía de una calle prohibida.
Yo grité entonces ... Aquel horrible ruido de cristales rotos ¡Oh Dios!
Salí corriendo hacia él, las lágrimas me nublaban la vista ...
El conductor salió del coche, diciendo una y otra vez que lo sentía, me agaché y puse su cabeza en mis rodillas ... Le quedaba un soplo de vida.
¡Me miró! ... Sus ojos reflejaban tranquilidad aunque su rostro se crispaba de dolor y del borde de sus labios un poquito de sangre desaparecía en su camisa.
Sólo dijo una frase:
Cuando se reía ¡Dios lo que sentía! ... Creía morirme, echaba ligeramente la cabeza hacia atrás, adquiriendo el gesto revoltoso de un niño.
Un día sentada en el parque, él estaba sentado frente a sus amigos. Dio unas últimas palabras, arrancó la moto y se marchó.
Yo lo seguí con la mirada cuando de pronto apareció un auto de color rojo vivo ... Venía de una calle prohibida.
Yo grité entonces ... Aquel horrible ruido de cristales rotos ¡Oh Dios!
Salí corriendo hacia él, las lágrimas me nublaban la vista ...
Tenía medio cuerpo debajo del coche, estaba boca abajo, con la cabeza ladeada y un brazo destrozado.
El conductor salió del coche, diciendo una y otra vez que lo sentía, me agaché y puse su cabeza en mis rodillas ... Le quedaba un soplo de vida.
¡Me miró! ... Sus ojos reflejaban tranquilidad aunque su rostro se crispaba de dolor y del borde de sus labios un poquito de sangre desaparecía en su camisa.
Sólo dijo una frase:
-"TÚ, MI PEQUEÑA COLEGIALA" y dejó de existir.
... Estaba destrozada para llorar, le cerré sus ojos azules para siempre, cuando me di la vuelta, vi a sus amigos alrededor, quietos, viendo el cuerpo sin vida ...
Comencé a caminar torpe y lentamente y como un susurro escuché:
... Estaba destrozada para llorar, le cerré sus ojos azules para siempre, cuando me di la vuelta, vi a sus amigos alrededor, quietos, viendo el cuerpo sin vida ...
Comencé a caminar torpe y lentamente y como un susurro escuché:
-"ES LA CHICA DE LA QUE ÉL ESTABA ENAMORADO".
Eché a correr rápidamente antes que me vieran llorar y cuando creía que mis entrañas iban a explotar hasta donde él estaba. Supe que era yo, su pequeña colegiala, la que había oído el último grito de su corazón ...
Eché a correr rápidamente antes que me vieran llorar y cuando creía que mis entrañas iban a explotar hasta donde él estaba. Supe que era yo, su pequeña colegiala, la que había oído el último grito de su corazón ...
Sé que les puede parecer una historia con un final muy triste, pero a pesar de eso me gustó mucho y quise compartirla con ustedes ... hay tantas experiencias que vivimos a lo largo de nuestra vida y son ellas las que nos van moldeando y nos convierten en lo que somos ahora :) Porque siempre hay que saber reponerse frente a algo malo o triste que nos pase.
ResponderEliminarSaludos y gracias por visitar mi blog.
Preciosa entrada, es hermoso que al final cada uno supiese los sentimientos del otro, aunque era demasiado tarde para poder estar juntos... Un abrazo.
ResponderEliminarinfinitas gracias por regalarnos tan magna sensibilidad y belleza en letras dulce poeta, un besin de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarEs muy linda pero triste de no poder disfrutar ese amor, esto nos lleva a la reflexión que no hay que esconderse y decir lo que uno sienta. Podrían haber sido felices.
ResponderEliminarBesitos mi linda amiga hoy y siempre.
una bella historia rosas,pero asi es el amor muchas veces amiga,no se puede disfrutar de el cmo quisieramos.
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo y gracias por pasar a saludarme por mi cumpleaños!!!!!
feliz semana!!!!!
QUE PENA QUE ESTA HISTORIA TENGA UN FINAL TAN TRISTE.......LA VIDA PASA RÁPIDO ASÍ QUE NO HAY QUE DESAPROVECHAR CUALQUIER OPORTUNIDAD Y QUITAR LOS MIEDOS AL RECHAZO. SEGURO QUE LA COLEGIALA VIVIRÁ ARREPENTIDA DE NO HABERLE CONFESADO LO ENAMORADA QUE ESTABA DE ÉL.UN FUERTE SALUDO
ResponderEliminarQue triste es perder a alaguien...y aun mas si tu lo quieres...ps no queda mas el recuerdo de aquellos lindos ojos azules..
ResponderEliminargracias por comentar!!
que historia!!..me lleno de emocion , q triste que no tuvieron su final feliz
ResponderEliminarmorii..hermosa historia me yena elalma :)
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