El año pasado, en la época de Halloween, me enviaron una invitación para que asistiera a un carnaval auspiciado una organización dedicada a ayudar a niños con SIDA.
Decidí ir porque realmente me importaba y me sentí mucho más agusto estando ahí ...
Había múltiples carpas para entretenimiento de los asistentes y una en particular me atrajo por la cantidad de niños que se congregaban allí.
Había múltiples carpas para entretenimiento de los asistentes y una en particular me atrajo por la cantidad de niños que se congregaban allí.
En esta carpa, todo el que quisiera podía pintar un cuadrado de tela ... Más adelante cada uno de éstos formaría parte de un cubrelecho, ya que éste se estaba elaborando para obsequiárselo a un señor que había dedicado buena parte de su vida a la organización y estaba a punto de retirarse.
A cada niño le daban un juego bellísimo de colores fuertes, y le pedían que pintara lo que quisiera, para que el cubrelecho se viera muy lindo. Al mirar a mi alrededor pude observar que todos los cuadrados de tela estaban con corazones rosados y nubes azules luminosas, amaneceres color naranja y bellas flores verdes y moradas.
Todos los cuadrados eran luminosos, positivos y edificantes, a excepción de uno.
El niño junto a mí estaba pintando un corazón, pero era oscuro y vacío, sin vida. Le hacían falta los colores vibrantes y encendidos que habían usado sus compañeros.
El niño junto a mí estaba pintando un corazón, pero era oscuro y vacío, sin vida. Le hacían falta los colores vibrantes y encendidos que habían usado sus compañeros.
Al principio pensé que a este artista le había tocado el juego de colores opacos. Sin embargo, al preguntarle, me dijo que el corazón oscuro que había pintado era el reflejo del suyo propio. Le pregunté a que se debía eso y me contestó que estaba muy enfermo y que su madre también lo estaba. Me comentó que él jamás mejoraría y que su madre tampoco.
Me miró directamente a los ojos y dijo:
-"Nadie puede hacer nada para ayudarnos".
Le dije que lamentaba que estuviera enfermo y que en verdad podía comprender por qué estaba tan triste. Que inclusive podía entender por qué había pintado su corazón de un color oscuro; pero también le dije que no era cierto que no haya nada que alguien pueda hacer para ayudarlo.
Es posible que los demás no puedan curarlo a él y a su mamá; pero sí podemos darle un abrazo cariñoso (y eso en mi experiencia sé que es una gran ayuda cuando uno está triste).
También le dije que gustosa le daría uno si él quería, para que se diera cuenta de que no estaba mintiendo. De inmediato se sentó sobre mis rodillas y yo me sentí llena de amor por este hermoso niño.
Se quedó sentado en mi regazo un buen rato y cuando se cansó, se bajó y se puso a pintar.
Le pregunté si se sentía mejor y me respondió que sí; pero que seguía enfermo y que nada alteraría eso. Le respondí que comprendía y me alejé con tristeza; pero con mi fe renovada en esta causa.
Haría lo que fuese necesario para ayudar.
Al final del día me preparaba para irme a casa y sentí un tirón en la manga de mi chaqueta.
Haría lo que fuese necesario para ayudar.
Al final del día me preparaba para irme a casa y sentí un tirón en la manga de mi chaqueta.
Al voltear me topé con una gran sonrisa de mi pequeño amigo. Me dijo:
-"Mi corazón está cambiando de colores. Se está volviendo cada vez más luminoso … Me parece que esos abrazos cariñosos si funcionan de verdad".
De camino a casa, me toqué el corazón y me di cuenta de que también el mío también había tomado un color más luminoso.
De camino a casa, me toqué el corazón y me di cuenta de que también el mío también había tomado un color más luminoso.
Jennifer Love Hewitt
*Del libro Chocolate Caliente para el Alma
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Un abrazo puede ser la mejor medicina que necesitamos para curar el alma.
ResponderEliminarQue hermosa historia amiga si hasta me emocione porque así de triste eh estado yo con mi corazón oscuro por mucho tiempo, pero hoy me eh decidido alegrar mi corazón y lo eh pintado de colores cuanto me alegro haber pasado por aquí es el primer blog que leo después de mi tristeza, que lindo relato me a gustado mucho y es verdad un abrazo puede hacer mucho, discúlpame por estar ausente, pero ya eh regresado espero no alejarme los eh extrañado mucho a todos.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande con todo mi cariño que dios te bendiga te regalo el corazón de colores que deje en mi página para que veas que brilla como el tuyo, que tengas un lindo fin de semana.
Una experiencia preciosa, me imagino la carita de ese niño con ese abrazo tan lleno de amor........sintió esa alegría tan intensa de saberse querido.Besotes
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