Decía lo siguiente:
"Querido Papá Noel: este año no quiero que me traigas ningún juguete, porque mi hermano es tan malo que siempre me los rompe. Sólo quiero que mi hermano sea bueno y no me moleste más, ni a mi ni a mi perrita, porque siempre le está haciendo travesuras".
Santa estaba conmovido ... ¿Qué podía hacer para conceder el deseo de la pequeña?.
"Querido Papá Noel: este año no quiero que me traigas ningún juguete, porque mi hermano es tan malo que siempre me los rompe. Sólo quiero que mi hermano sea bueno y no me moleste más, ni a mi ni a mi perrita, porque siempre le está haciendo travesuras".
Santa estaba conmovido ... ¿Qué podía hacer para conceder el deseo de la pequeña?.
Lo primero que hizo fue buscar en la lista de niños buenos. Y ahí estaba Erika, entre los primeros nombres. Según ponía en la descripción, la niña ayudaba en casa, hacía sus deberes, se esforzaba por sacar buenas notas, y por si eso no fuera poco, ayudaba a los ancianos y nunca se peleaba con sus amigos.
Después buscó el nombre de su hermano ...
Después buscó el nombre de su hermano ...
Lo que se suponía: Hans no estaba en la lista.
Santa pensó qué hacer. Y entonces se le ocurrió una idea ... Recordó que muchos niños suizos le pedían en sus cartas que atrapara a Krampus, un demonio de grandes cuernos y dientes afilados, que paseaba a sus anchas por el campo, atemorizando a todos y llevándose en un saco, gallinas y ovejas.
Santa pensó qué hacer. Y entonces se le ocurrió una idea ... Recordó que muchos niños suizos le pedían en sus cartas que atrapara a Krampus, un demonio de grandes cuernos y dientes afilados, que paseaba a sus anchas por el campo, atemorizando a todos y llevándose en un saco, gallinas y ovejas.
Entonces decidió buscar a Krampus y lo encontró en una granja. Era enorme, y muy peludo, y cargaba a su espalda un enorme saco lleno de gallinas.
-"Krampus", le dijo al demonio.
-"Krampus", le dijo al demonio.
"Necesito que vengas conmigo. Necesito un ayudante para asustar a los niños que se han portado mal; pero en lugar de gallinas, les llevarás carbón".
A Krampus le gustó la idea. Le encantaba asustar a los demás, y más aún a los niños. Así que aceptó.
Esa nochebuena, Hans recibió la visita de Krampus. Él pensó que había sido una pesadilla, porque se presentó mientras dormía, pero al ver sus regalos a la mañana siguiente, se dio cuenta de que fue real. En lugar de juguetes, sólo había recibido un montón de carbón ... Con este gesto, aprendió la lección, y no volvió a portarse mal en casa nunca más.
A Krampus le gustó la idea. Le encantaba asustar a los demás, y más aún a los niños. Así que aceptó.
Esa nochebuena, Hans recibió la visita de Krampus. Él pensó que había sido una pesadilla, porque se presentó mientras dormía, pero al ver sus regalos a la mañana siguiente, se dio cuenta de que fue real. En lugar de juguetes, sólo había recibido un montón de carbón ... Con este gesto, aprendió la lección, y no volvió a portarse mal en casa nunca más.
si pues hay que portarse bien siempre
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