-"¿Mamá, puedo ir a jugar con mi amigo?".
-"Claro que sí hijo".
-"¿Puedo tomar un trozo de pan para él?".
-"Por supuesto querido".
... Resultó extraño el segundo pedido y la madre decidió minutos después, cruzar la calle para ver con quién estaba jugando su hijo.
Al salir de la casa, la madre encuentra una inesperada escena:
El amigo de su hijo, era un perro callejero.
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