Un día orando, le pregunté a Dios:
—"Padre ¿Por qué me tienes que hacer pasar por esta prueba?
No la quiero, no me gusta".
Dios me respondió:
—"Hija, esta prueba la necesitas porque es necesario que yo forje el carácter de Jesús en ti. Yo tampoco quisiera que lloraras más.
Yo no quería que mi hijo fuese tentado en el desierto pero era necesario para que Jesús fuera probado en aquel lugar y así prepararlo para aquella misión por la cual yo lo había enviado.
Es necesario que pases por este sufrimiento, porque de esa manera ya estás preparando tu corazón para este propósito que he escrito para ti.
Esfuérzate y sé valiente.
Resiste y confía en mí.
Porque el dolor que has estado sintiendo no se puede comprar con la alegría que viene para ti".
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