EL PASTOR MENTIROSO

Hace mucho tiempo atrás, había un joven pastor que cuidaba de sus ovejas. Este pastor se sentía muy aburrido y, para entretenerse, no se le ocurrió mejor idea que decir una sutil mentira:

—"¡Un lobo! ¡Un lobo!", comenzó a gritar despavorido un día.
"¡Socorro que un lobo quiere devorar a mis ovejas! ¡Ayúdenme por favor!", gritó.

Los campesinos que escucharon sus gritos, rápidamente salieron en busca de palos y piedras para defender al pastor y sus ovejas; pero grande fue su sorpresa cuando llegaron al lugar, solamente estaba el pastor riéndose.

—"Jajajajaja", se reía el pastor.
"Todo ha sido una broma. Nunca hubo ningún lobo feroz. Lo inventé para reír un rato jajajajajaja".

Los campesinos enojados se regresaron por donde vinieron y dejaron al pastor y sus ovejas solos nuevamente.

Días más tarde volvieron a oír:

—"¡Socorro! ¡Ayúdenme por favor! ... Esta vez es cierto ... El lobo viene y está devorando todas mis ovejas.
¡Por favor que alguien venga y me ayude pues también me devorará a mí!", gritaba y lloraba el pastor.

Los campesinos reaccionaron y rápidamente fueron a ayudar al pastor; pero antes de llegar uno de ellos dijo:
—"¿No se tratará de otra broma, verdad? Recuerden lo que sucedió hace unos días atrás".

—"Pero, ¿y si es cierto que necesita nuestra ayuda?", respondió otro campesino.
"Ese lobo es muy feroz y lo devorará si no lo ayudamos".

Dicho esto, los campesinos continuaron su camino y rápidamente llegaron hasta donde se encontraba el pastor.

Esta vez habían llegado en menos tiempo que la vez anterior; pero triste fue su reacción cuando vieron al pastor recostado sobre el tronco de un árbol riendo sin parar.
—"Esto ha sido mucho más gracioso que la vez anterior jajajajajaja jajajaja", decía el pastor sin parar de reír.

Los campesinos, furiosos, se retiraron jurando no volver a hacerle caso jamás al pastor, al que apodaron como "El pastor mentiroso".

Pasó cierto tiempo y un buen día volvieron a escuchar:
—"¡Oh no! ¡Es el lobo! ¡El lobo está aquí! ¡Por favor que alguien venga a ayudarme! ¡Ha empezado a devorar todas mis ovejas! ¡Vengan pronto!".

Pero los campesinos, esta vez, no creyeron en sus palabras.

—"Son todas mentiras. Mejor sigamos con nuestro trabajo. Ya dejará de pedir auxilio cuando sepa que no iremos tras sus mentiras", dijeron.

Pero esta vez no se trataba de una mentira más, sino de una gran verdad.

Un terrible y hambriento lobo se acercó sigilosamente y, poco a poco, devoró todas las ovejas del joven y mentiroso pastor.

Y mientras se devoraba a la última, el pastor mentiroso tuvo que trepar a un árbol en el que permaneció durante dos días ya que nadie había ido en su ayuda.

Luego de comerse a todas las ovejas, el lobo se fue al fin sin poder devorarlo a él mismo.

Y a partir de ese día, el joven pastor prometió nunca más, decir una mentira.

.

Moraleja: Nunca digas mentiras si quieres que luego las personas te crean. Di siempre la verdad y las personas acudirán en tu ayuda cada vez que lo precises.

Comentarios

Entradas populares