Un día la tan temida Muerte se acercó a un hombre y le dijo:
—"Hola ... Hoy es tu último día ... ¡Hoy morirás!".
El hombre respondió:
—"Pero aún no estoy listo para morir, me quedan algunas cosas por hacer. Tengo mi familia, amigos que me necesitan y un negocio por concretar".
La Muerte le contestó:
—"Bueno, tu nombre es el primero que está en mi lista".
Al hombre se le había ocurrido una gran idea ...
—"Bueno ... ¿Por qué no nos sentamos y nos tomamos un café antes de irnos?".
La Muerte aceptó.
El hombre le dio una taza de café con pastillas para dormir.
La Muerte se la bebió entera y cayó en un sueño profundo.
El hombre aprovechó y tomó la lista, borró su nombre del principio y se puso al final de todos.
Por fin estaba a salvo.
Pero a la Muerte no se le puede engañar ...
Cuando ella despertó, vio al hombre y le dijo:
—"Como te has portado tan bien conmigo, voy a comenzar desde el final de mi lista para darte un poco más de tiempo y que hagas las cosas que te faltan por cumplir con la vida.
Y dicho esto, la casa de aquel hombre se tiñó de oscuridad.
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