EL DEMONIO

En una iglesia entró un niño a confesarse.

- "¡Padre me he portado mal! ... He robado, ¿Cómo puedo ser perdonado?", dijo el pequeño preocupado.

- "Bueno hijo, el robo es algo muy malo; pero yo puedo ayudarte, vamos ahí atrás donde nadie nos vea para poder escucharte mejor. Yo me encargaré de limpiar tu cuerpo y tu alma, dijo el "padre" con malicia.

Resulta que este "padre" era un miserable pervertido ...

A medida que el niño avanzaba por el pasillo, su cuerpo se iba transformando y cuando estuvo frente a él ... Este supuesto "padre" no podía dar crédito a lo que veían sus ojos ... La apariencia del pequeño era demoniaca.

- "¡He venido por ti! . Le dijo el demonio.

- "No puedes hacer eso", dijo el "padre."

"Esta es la casa de DIOS y no tienes derecho a entrar aquí".

El demonio respondió:

- "En la puerta de esta iglesia hay un ángel y él me ha dado el permiso de entrar para reclamar lo que es mío: Tu alma que ya está maldita.

El ángel que había escuchado todo, dijo:

- "Es verdad. Aquí no debía entrar ningún demonio; pero ya había otro dentro, haciéndose llamar "padre"... Yo le permití la entrada para que se lo llevara a donde pertenece ... Al infierno.

Entonces, el demonio lo tomó del brazo y entre luces y sombras lo arrastró hacia el infierno.