DESEO DE NAVIDAD

En la plaza principal de una ciudad, se preparaban todas las familias para festejar la Navidad ... Habían muchas personas ... Entre ellas, un hombre sentado solo en un banca, al cual nadie le prestaba atención.

Después de unas horas, aquel hombre se levantó de la banca y fue directo hacia un niño que esperaba a su padre. Él se encontraba muy distraído y no se daba cuenta que un desconocido se acercaba a su pequeño hijo.

El hombre, lentamente se aproximó al niño y le dijo:
-"Hola, soy Jesús ¿Te puedo hacer una pregunta?". 

El niño volteó a ver quién era, sorprendido de que alguien se dirigiera hacia él ... Luego, sin dudarlo contestó que SI.

Jesús le dijo:
-"Te veo triste y a punto de llorar ... ¿Cómo te puedo ayudar?".

El niño bajó la cabeza y respondió:
-"No creo que alguien pueda ayudarme".

-"Yo si puedo. Confía en mi", contestó Jesús .

Entonces, el niño empezó a contar su pequeña historia:
-"Está bien, te lo diré:
Mi madre estaba enferma en el hospital ... Ahora ya descansa ... Ella está con Dios; pero yo nunca pude despedirme de ella, ni siquiera decirle que la amaba".

Con una dulce voz, Jesús contestó:
-"Ten la seguridad de que ya lo sabe".

-"Me gustaria verla de nuevo ... Y poder decirle que la amo ... Quisiera que estuviera conmigo todavía" y el niño volvió a bajar la cabeza.

Al ver que el niño empezaba a llorar, Jesús continuó:
-"Sabes que estamos en un mes especial, un mes donde todo está lleno de magia y felicidad. Y cualquier deseo que se pida, se puede hacer realidad".

-"Si, lo sé", respondió el niño.

-"¡Entonces, que esperas! ¡Pide tu deseo de Navidad! Cierra tus ojos y pídelo con fe".

El niño cerró sus ojos y pidió que su madre se encuentre junto a él, aunque fuera solo por un momento.

... En ese instante, el niño escuchó la voz de su madre diciéndole:
"Aquí estoy hijo mío, nunca me aparté de ti. Sé que me amas y deseas verme; pero todavía no es el momento. No me gusta verte triste ... Quiero que siempre seas feliz ... Ve y dile a tu padre que quiero verlos continuar con sus vidas. Si ustedes se encuentran bien, yo también lo estaré".

En ese momento el niño abrió sus ojos y no vio a aquel hombre por ningún lado ...

Él ya no estaba.

Entonces fue corriendo rápidamente para encontrarse con su padre y contarle todo lo que le habia sucedido ... Antes de llegar a plaza principal, vió a una persona que se despedía de él, dándose un fuerte abrazo.

A lo lejos el niño alcanzó a ver a ese hombre ... Era el mismo con quien él también había estado, hasta hace unas horas.

De pronto, se escuchó la última campanada de las doce. Aquel hombre desapareció entre la multitud y en su mente solo quedó unas palabras: "Feliz Navidad"

Comentarios

Entradas populares