ESPERANDO LA AYUDA DE DIOS

Había una vez un hombre muy devoto que creía ciegamente en Dios. Este hombre era un pescador que salía a trabajar aún en los días de tormenta ya que su fe le decía que no debía temer puesto que Dios siempre estaría ahí para ayudarlo en cualquier circunstancia.

Un día de tormenta, su barco naufragó y al ver que se hundía, el hombre desesperadamente gritó:
-"¡Dios! ... ¡Ayúdame, te necesito! ... ¿Dónde estás?".

Y por más que se esforzaba no veía a Dios.

Entonces pasó un barco pequeño cerca a él y una persona gritándole fuertemente le lanzó un salvavidas ...

-"¡Hey! ... Agarra este salvavidas para poder rescatarte".

El hombre contestó:
-"No, no necesito de tu ayuda. Dios me salvará".

Y el barco se alejó perdiéndose en la tormenta.

Poco a poco el barco se iba hundiendo cada más y el hombre seguía gritando desesperadamente:
-"¡Dios! ¡Ayúdame! ¡Te necesito! ¡Mi barco se está hundiendo! ... ¿Dónde estás?"

De repente vio una luz cerca de él ...

Era un barco grande de la marina. Éstos le aventaron una escalera de cuerda y le dijeron:
-"¡Hey! ... Sujétate bien a esa escalera que te vamos a salvar".

El hombre nuevamente contestó:
-"No, no necesito de su ayuda. Dios me salvará".

Ellos insistieron; pero como la tormenta arreciaba se alejaron.

Del barco del pescador sólo quedaba sobre el agua, el mástil. Y el pescador agarrado a él, gritaba con sus últimos alientos:
-"Dios, ayúdame te necesito. Me estoy ahogando ¿Dónde estás?"

Aún es su desesperación alcanzó a ver una luz en el cielo, era un helicóptero. Y escuchó una voz que le gritaba:
-"Hey tú!, agárrate bien de la cuerda que te estamos lanzando. Te vamos a salvar".

Pero el hombre nuevamente contestó:
-"No, no necesito de su ayuda, Dios me salvará".

El helicóptero se alejó, dejándolo en su soledad y desesperación.

Después de unas horas, el hombre murió ahogado.

Camino al cielo para encontrarse con Dios, lo primero que hizo fue reclamarle porqué si él creía tan ciegamente en Dios, Él no lo había ayudado y lo dejó morir ahogado.

Dios le dijo:
-"Yo nunca abandono a mis hijos ...
¿Recuerdas el barco que te lanzó un salvavidas? ... Ese era YO ayudándote.
¿Recuerdas el barco que te lanzó una escalera? ... Ese era YO ayudándote.
¿Recuerdas el helicóptero que te lanzó una cuerda y te dijo que te agarraras fuertemente? ... Ese era YO ayudándote.

Te di tres oportunidades y tú decidiste no tomar ninguna.

Yo siempre estuve cerca para ayudarte; pero está en ti reconocer las oportunidades y aprovecharlas ... Contra tu decisión yo nada puedo hacer".


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