EL PAJARITO DE SEMANA SANTA

Había un pajarito blanco muy hermoso, el más bello que pudiera existir. Un día invitó a sus amigos a festejar con él, la inauguración de su nido, el cual era muy grande y espectacular.

De pronto vio a lo lejos a un hombre crucificado y le dio curiosidad. Se acercó para verlo mejor y al llegar notó grandes heridas en el cuerpo del hombre, en especial le dolió verlo con una espina clavada en su frente. Quiso mitigar un poco su dolor sacándole esa espina e intentó una y otra vez pero no lo lograba, pidió ayuda a sus amigos pero ellos no quisieron ayudarlo porque temían manchar sus plumas con la sangre del hombre crucificado.

El pajarito tomó herramientas de su nido, hasta las mismas ramas para apoyarse y sacar espina ... Terminó deshaciendo su nido y por fin logró sacar la espina. Pero de la frente de aquel hombre brotó tanta sangre que lo manchó por completo.

Sus amigos al ver que había perdido toda la belleza de su plumaje y que ya no tenía nido, decidieron irse y dejarlo solo.

Pero al pajarito no le importó lo que había perdido ya que había podido quitarle un poquito de dolor al hombre crucificado.

Más tarde, mientras volaba vio una mujer llorando desconsolada y supo que era la madre de aquel hombre. Se acercó a ella y con sus alas trató de provocarle una caricia en su frente. Luego fue por las ramas que le quedaban de su nido y las echó al fuego para darle un poco de calor.

Se quedó con ella todo el viernes, el sábado y el domingo en la mañana fue por más provisiones hasta que llegó al sepulcro donde de repente vio al hombre que había sido crucificado. Pero ahora estaba radiante

El hombre le dijo al pajarito:
-"Por tus buenas acciones ahora te llamarás Petirrojo y serás el más bello de todos los pájaros ya que fuiste bañado con mi sangre y ahora tu hogar será el mundo entero".



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