SANTO Y PECADOR

El maestro le pide al discípulo: —“Encuéntrame un santo. Recorre toda la tierra y sus continentes, busca en rincones y cuevas si es necesario; tómate todo el tiempo que haga falta; pero al final trae a un verdadero santo a mi presencia”.

El discípulo parte, busca, tarda en volver y, al fin, regresa solo. Y explica:
—“No lo encontré.
Vi a grandes ascetas, pero me parecían cerrados en sí mismos; observé a quienes servían heroicamente al prójimo, pero percibí una sombra de vanidad en sus acciones; admiré oraciones encendidas, pero noté que e fervor no duraba en su firmeza.
Ninguno me satisfizo del todo”.

El Maestro cambia su mandato: —“Búscame un 
pecador y tráelo a mi presencia”.

El discípulo parte ... y regresa nuevamente solo: 
—“No encontré a un verdadero pecador.
Unos hacían el mal, pero era por debilidad, no por maldad; otros no sabían lo que hacían; y otros 
hacían el mal creyendo que hacían el bien”.

El Maestro concluye:
—“Y tú, ¿qué eres?”

El discípulo contesta:
—“Hay tanto de bueno en el peor y tanto de malo en el mejor; que es absurdo condenar a alguien".

       Carlos García Vallés

Comentarios

Entradas populares