Un hombre fue a una tienda donde vendían los mejores pájaros de la ciudad. Él ansiaba poseer la mejor ave cantora para llevársela a su hogar.
El vendedor le ofreció un canario: El ave que mejor cantaba y que nadie podía igualarlo ...
El hombre se lo llevó a su casa muy entusiasmado. Lo puso en su sala y se sentó en un mueble para escuchar el canto perfecto del animal.
De repente abrió sus ojos, miró fijamente al canario y se dio cuenta que le faltaba una pata.
Regresó rápidamente a la tienda con el pájaro y le dijo al vendedor:
—"¡Oiga! Usted me vendió un canario cojo. ¡Me ha engañado!".
El vendedor contestó:
—"Disculpe usted ... Pero ... ¿Me pidió un canario que cantara bien o que bailara bien?
Yo creí entender que quería al ave que mejor cantara y yo le vendí un canario, el que entre todos, se distingue por su magnífico canto".
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La gente siempre es así ... Podemos tener amigos buenos y maravillosos pero siempre les estarán buscando sus defectos en todo lo que hacen.
¿Por qué no valoras las virtudes de las personas y dejas que Dios trabaje con sus defectos?.
En la vida vamos a encontrarnos con personas que serán geniales para cantar; pero no las tires a la basura sólo porque no saben bailar.
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