Vicky, de 13 años, estaba acostada en su cuarto por la noche, de pronto abre los ojos y ve a una mujer de blanco sentada a un lado de su cama.
No ve la cara de la mujer porque está de espaldas a ella.
Con miedo Vicky se esconde debajo de la manta y se queda ahí temblando.
Después de un rato, echa un vistazo para ver si la mujer sigue ahí y para su felicidad, ya no la ve. Luego percibe un suave olor a flores y aliviada, apoya la cabeza en la almohada y cierra los ojos.
Al día siguiente Vicky está en la cocina con su padre desayunando sentados en la mesa. Ella va al fregadero y comienza a lavar los platos, él la mira de arriba a abajo con mirada lasciva. Vicky continúa lavando los platos pero siente que su padre la está mirando. Después de un largo rato, el hombre le dice:
—"Recién ahora me doy cuenta, estás creciendo. ¡Te pareces cada vez más a su difunta madre! ¡Te felicito!".
Ella responde torpemente:
—"¡Ah! ... Gracias papá"
Más tarde, en la noche … Vicky se encuentra acostada en la cama, tiene mucho sueño, más de lo normal.
La pobrecita no sabe que su padre le puso un relajante muscular al jugo que acababa de cenar.
Tiene malas ideas para esta noche ...
El padre mira por el ojo de la cerradura y cuando ve que su hija está durmiendo abre la puerta con cuidado y cierra la puerta lentamente para no causar ningún ruido.
Mientras gira su cuerpo hacia la cama de la niña, algo lo detiene.
Sus ojos se abren como platos, empieza a sudar de miedo, sus dientes castañetean tan fuerte que parecen romperse ... Se le eriza la piel y sale corriendo lo más rápido que puede de la habitación.
Pero, ¿Qué vio? ¿Qué sería tan aterrador para que ese hombre abandonara sus malvados planes?
Al dia siguiente … La niña va a la cocina a tratar de hacer el desayuno y encuentra a su padre en la esquina de la cocina detrás de la puerta.
Su cabello estaba totalmente blanco, tiembla mientras la abraza.
—"Papi, ¿Qué pasó?".
El hombre se giró hacia ella y habló desesperado:
—"Lo siento, no volveré a intentar hacerte nada malo. Pero por favor envía a tu difunta madre lejos de tu habitación.
Dile que me iré lejos, a trabajar a otra ciudad y ahora te quedarás a cargo de tu tía".
La niña se quedó allí confundida tratando de entender lo que decía su padre.
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Una madre es una madre, aunque tenga que volver de la tumba, siempre hará todo lo posible para proteger a su cría.
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