DORMIDO

Anoche me acosté en mi cama con la mirada fija en el techo.

Sin darme cuenta, la muerte se sentó a mi lado.

—"Tardaste la reclamé".

—"Aún no vengo por ti; pero como eres ansioso y piensas demasiado en mí pasé a saludar", respondió ...

Y luego se quedó a mi lado hasta que me quedé dormido.

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