Hoy en la fila del supermercado, escuché como un niño le comentaba a su mamá:
—"Ojalá que haya yogurt de fresa" ...
Por su manera de expresarse, inmediatamente supe que ese yogurth era su favorito.
Yo iba detrás del niño y su madre, y me conmovió la ternura con la que el niño relataba como se tomaría ese yogurt, disfrutándolo poco a poco.
Delante de ellos, caminaba un hombre con su carrito de compras, el cuál se acercó rápidamente al área de lacteos.
Alcancé a ver que efectivamente sí habia yogurt de fresa; pero solo quedaba uno, y recordé la inocencia plasmada en la mirada de ese tierno niño esperando con ansias obtener su preciado yogurt. Pero de pronto, el señor que se encontraba más cerca de él, rápidamente metió el yogurt a su carrito y lo compró mientras el niño veía como se iba su preciada bebida.
Era el último yogurt de fresa y para colmo, aquel hombre se lo tomó delante del pequeño.
MORALEJA:
Jamás grites a los cuatro vientos tus deseos, siempre habrá personas que no querrán que se te cumplan.
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